Hace tiempo, cuando las zapatillas de running se confeccionaban con materiales más rígidos, como la piel, los corredores tenían que dedicar más tiempo a ablandarlas. Pero gracias a la evolución de la tecnología que mejora el rendimiento, las zapatillas de running actuales se fabrican para que se adapten con comodidad al pie nada más estrenarlas.
¿Es necesario ablandar las zapatillas de running nuevas?
Si la zapatilla te molesta, te resulta incómoda o notas algún problema cuando te la pruebas significa que el número, el modelo o la zapatilla no son los adecuados para ti. Cuando compras unas zapatillas nuevas no hay mucho que amoldar, es tu cuerpo el que se tiene que acostumbrar gradualmente a usarlas. Con unos calcetines ajustados que repelan el sudor, las zapatillas deberían resultar cómodas en los pies y, después de correr entre 6 y 9 kilómetros progresivamente durante un par de semanas, las zapatillas deberían estar lo suficientemente blandas y listas para tus entrenamientos o tus carreras habituales.
¿Cómo ablandar las zapatillas de running nuevas?
1. Cuando cambies de zapatillas de running, ponte las nuevas por casa, sobre todo si no las has probado antes de comprarlas. Mientras cocinas o haces cosas por casa, podrás notar si te molestan y decidir si son las zapatillas adecuadas para ti. Si te resultan cómodas, sigue poniéndotelas para que los pies se vayan acostumbrando a ellas.
2. Si sigues teniendo dudas sobre la comodidad, pruébalas en una cinta de correr durante 15 minutos para proteger la suela mientras decides.
3. Si has decidido que son cómodas, sal a correr con las zapatillas nuevas durante un rato, pero no hagas un recorrido muy largo de buenas a primeras. Si son cómodas, pero resultan distintas a las anteriores, es porque tu cuerpo necesita acostumbrarse a ellas e igual tardará un par de semanas.
4. Empieza poco a poco y altérnalas con las zapatillas antiguas, si es que aún se pueden usar. Haz un recorrido corto varias veces a la semana con las zapatillas nuevas, y ve aumentando gradualmente la distancia para acostumbrarte a ellas. Con el tiempo, podrás dejar las viejas para las distancias cortas o para salir a caminar, o jubílalas directamente si están rotas.
En general, ablandar las zapatillas de running nuevas debería ser un proceso bastante sencillo e indoloro. Si te salen ampollas con las zapatillas o te aprietan demasiado en la puntera o el talón, puede que no sea el número o el modelo adecuado para ti. Con tantas opciones para cambiar las zapatillas de running, siempre hay unas para cada tipo de corredor. Lee nuestro artículo sobre cómo elegir unas zapatillas de running para encontrar el par perfecto para ti.